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Históricamente, los latinos han sido excluidos de los sistemas bancarios y financieros de Estados Unidos. Datos recientes sugieren que todavía luchan para no endeudarse, cuentan con tasas de ahorro bajas y no tienen acceso a productos bancarios asequibles. Sin embargo, aun si el sistema no logra satisfacer sus necesidades, siguen siendo el segmento con la más alta tasa de crecimiento en la economía estadounidense.
En honor al Mes Nacional de la Herencia Hispana, hablamos con Barbara Martínez de Heartland Alliance, una de las organizaciones de servicios humanos más grandes de Chicago, que cuenta con varias iniciativas que promueven los derechos humanos y proponen diversas soluciones para generar una sociedad global más justa. Como gerente del programa de formación de activos (“asset building program”), Martínez se dedica a empoderar a familias, muchas de las cuales son latinas, para que construyan caminos realistas hacia su seguridad económica.
Nuestra conversación con Martínez nos permite tener un mejor entendimiento de las barreras que enfrentan los latinos cuando intentan insertarse en el sistema financiero estadounidense, así como entender que políticas y cambios de la industria financiera pueden mejoran la inclusión financiera. Ampliar los beneficios fiscales para familias de estatus mixto y personas indocumentadas, así como abrir oportunidades de compra de vivienda pueden generar riqueza para las comunidades latinas. Además, se necesitan más datos para comprender mejor las experiencias de los diferentes segmentos de la comunidad latina.
A lo largo de esta publicación, utilizamos el término "latino", pero reconocemos que no todos los miembros del grupo se identifican con este término. Hemos editado esta entrevista para mayor extensión y claridad.
¿Cuáles son las tres principales barreras que enfrentan los latinos cuando intentan acceder a servicios financieros?
Como asesor financiero, he tenido el privilegio de trabajar con diversos grupos de participantes latinos que enfrentan barreras distintas para acceder a servicios financieros. Me he encontrado con tres grupos principales de latinos, cada uno con sus propias experiencias y desafíos.
El primer grupo está compuesto por latinos indocumentados que necesitan obtener un Número de Identificación Individual del Contribuyente (ITIN) para incorporarse al sistema financiero porque carecen de un Número de Seguro Social. Obtener un ITIN puede resultar abrumador, especialmente cuando se requiere enviar documentos oficiales por correo al Servicio de Impuestos Internos (IRS). Es comprensible que muchos duden en hacerlo. Tener más agentes tramitadores oficiales del IRS, que estén autorizados a validar los números de ITIN, puede ayudar significativamente en este proceso. Sin embargo, en lugares como Chicago, sólo hay un agente que ofrece sus servicios de forma gratuita. Para las personas de bajos ingresos, este costo se convierte en el primer obstáculo para ingresar al mundo financiero.
El segundo grupo son los latinos que tienen un número de seguro social pero que no dominan el inglés y, por ello, dependen de intermediarios para administrar sus finanzas. Esta práctica, a menudo arraigada en las tradiciones de sus países de origen, implica utilizar a una persona de confianza para realizar inversiones, operaciones bancarias y/o acuerdos crediticios. Si bien esto puede ofrecer una sensación de familiaridad para mucho, a menudo conduce al abuso financiero y a prácticas corruptas, lo que hace que las personas terminen pagando tarifas exorbitantes por servicios intermediarios. Educar a este grupo sobre sus derechos como consumidores es crucial. Brindar asesoramiento financiero gratuito y confiable, en español y en términos culturalmente accesible para los inmigrantes latinos puede empoderarlos a tomar decisiones informadas y reducir su dependencia con intermediarios corruptos.
Los latinos nacidos en EE. UU. y con más familiaridad con la sociedad estadounidense pertenecen al tercer grupo. Un grupo que a menudo carece de conocimientos financieros. Muchos latinos nacidos en Estados Unidos crecen en hogares en donde rara vez se habla de finanzas. A pesar de hablar inglés con fluidez, suelen acabar con problemas financieros a temprana edad debido a su falta de conocimiento. Especialmente, cuando toman decisiones financieras importantes, como comprar una casa o iniciar un negocio. Muchas veces en estas situaciones acaban endeudados y siendo víctimas de préstamos abusivos. La intervención temprana en este caso es vital.
¿Qué políticas públicas podrían mejorar la inclusión financiera de familias latinas?
A nivel federal hay varias políticas públicas que podrían inspirarse de políticas estatales y que tienen el potencial de influir en la inclusión financiera de los latinos, especialmente para familias marginadas. En 2023, Illinois tomo una decisión ejemplar al abrir las puertas a contribuyentes con ITIN para acceder al crédito tributario por ingreso del trabajo (EITC) del estado. Esta medida reconoció la gran contribución económica en el estado de los que pagan impuestos con un numero ITIN, muchos de los cuales son inmigrantes latinos. Si esta política se adoptara a nivel federal, podría beneficiar a millones de personas trabajadoras que de otro modo no podrían reclamar el EITC federal.
De manera similar, la decisión del gobierno federal de ampliar el crédito tributario por hijos a familias indocumentadas que tuvo lugar durante la pandemia de COVID-19, brindó un apoyo financiero muy necesario a familias en todo el país. Expandir o extender este beneficio a familias latinas y a comunidades que lo necesitan, más allá de la pandemia, podría tener un gran impacto en el país. Este tipo de fondos son cruciales para que familias cubran gastos esenciales, lo cual puede promover su estabilidad financiera y su inclusión en el país.
Por último, muchos estudiantes, especialmente los menores de 21 años, son víctimas de créditos estudiantiles predatorios. Muchos acaban en ciclos de endeudamiento desde jóvenes, lo cual obstaculiza sus crecimiento y estabilidad financieras. Es fundamental implementar políticas federales que protejan a los estudiantes, especialmente a los menores de 21 años, de prácticas crediticias abusivas. Dichas protecciones podrían incluir regulaciones más estrictas para los prestamistas, cursos obligatorios de educación financiera antes de la aprobación de un préstamo y límites máximos a las tasas de interés para préstamos estudiantiles.
¿Qué cambios del sector privado podrían mejorar la inclusión financiera de familias latinas?
Las oportunidades de inversión, especialmente inversión para el retiro, y las oportunidades generales de creación de riqueza a menudo no son accesibles o no son bien comprendidas por muchos miembros de la comunidad latina. La industria podría crear plataformas y recursos educativos que desmitifiquen las inversiones, haciéndolas más accesibles y atractivas para los latinos. Este proceso podría incluir invertir en capacitación y certificación de asesores financieros que puedan brindar educación financiera confiable y de alta calidad que atienda específicamente a la comunidad latina.
La crisis financiera del 2008 devastó a la comunidad latina y provocó una pérdida significativa de riqueza. A la industria le interesaría priorizar la salud financiera de los latinos, lo que implica garantizar la transparencia y la equidad en los términos de los préstamos y garantizar que los latinos estén bien preparados e informados antes de asumir compromisos financieros importantes.
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